lunes, 17 de mayo de 2010

Noche en Finlandia. En mi piso, amparado por los trinos de los pájaros ahora que empieza a amanecer. Esta vez voy a escribir directamente aquí. No lo guardaré en otro de esos archivos de texto perdidos que contienen pequeñas hebras de mi estancia aquí. Así que cuando me canse, o cuando me quede dormido, pulsaré el botón de publicar.
Por qué ahora, por qué hoy? Porque son las 4.47 y estoy tirado en la cama, pensando, y no me puedo (o no quiero) dormir
Es una pena que no haya escrito antes, pero literalmente, aquí el tiempo se escurre entre los dedos.
He estado recordando momentos aquí, en Helsinki. La verdad es que a pesar de haber hecho un montón de cosas, tengo la sensación de que me falta tiempo.

Es un poco por eso por lo que esta noche no quiero dormir. Tengo muchas cosas en las que poder pensar: lugares, gente, situaciones.. muchas cosas han pasado demasiado rápido y apenas he tenido tiempo de pensar en ellas.

Si es que el tiempo se ha pasado volando... Ahora mismo estamos en verano. El verano aquí es totalmente diferente de los días de invierno que tuvimos, en los que todo estaba cubierto de nieve, frio y gris. Y ayer, por ejemplo, hizo un día perfecto, despejado, calorcito... además ahora que vienen los días de sol, las gentes de por aquí salen a la calle, simplemente a estar fuera, y se ve gente leyendo y grupos de colegas tirados en la hierba.

Ahora mismo está lloviendo, pero eso no quita que incluso teniendo las ventanas abiertas se pueda estar en un ambiente agradable. Tengo mi ventana abierta, y la puerta de mi habitación está abierta también. Estoy escuchando el repiqueteo de la lluvia y estoy oliendo... a bosque! Huele a bosque mojado! Huele a fresco, a exhuberante, a verde, a elfos. De hecho si ahora mismo cierro los ojos tengo la sensación de estar en la montaña. No hay ruidos, de gente, de coches, de siranas, de pitidos. Nada.

De vez en cuando un coche pasa por la calle y rompe el silencio y te recuerda que vives en un lugar comunicado. Pero eso pasa una vez cada diez minutos...

Sí, el tiempo ha cambiado totalmente. Todavía tengo en mente el crujido de la nieve bajo mis botas, y de alguna forma siento que si me asomo a la ventana voy a ver la nieve ahí, otra vez.
Pero ya no queda ni rastro de toda esa cantidad exagerada de nieve. Tal cantidad que tapaba casi todo lo que se encontraba en la calle. Ahora mismo, uno tiene la sensación de estar en un lugar totalmente nuevo.

También la gente ha cambiado un montón. Es imposible no darse cuenta del cambio. Antes todos eran el modelo prototipo de personalidad fria, huraña y solitaria, y ahora, puedes hablar con casi cualquiera por la calle. Aunque claro, no todos son el modelo de finés educado y algunos son bastante groseros (especialmente los recaudadores del tren)

Bueno, bueno. Resulta un poco raro estar despierto cuando todo el mundo duerme, incluso cuando la ciudad duerme. Aprovechando que tengo que ir a la universidad pronto, creo que me daré una vueltecilla por ahí. Si es que no llueve mucho.

Bueno, yo creo que por hoy ya he escrito bastante. Que son las 6 de la mañana. La verdad es que no he escrito nada de lo que estaba pensando cuando me puse a escribir, así que lo tendré que dejar para la próxima vez. Espero volver a escribir pronto...

Publicar!

domingo, 7 de febrero de 2010

En CPH

Aeropuerto de Copenhague, 14:51 dia 4


Acabo de tomar posesión de una mesa cerca del la puerta donde he salido. Antes he ido a dar una vuelta por el aeropuerto para ver cómo se las gastan los daneses, y de paso he buscado unos aseos y he aprovechado para zamparme un sandwich mientras veía a los operarios sacando las maletas del avión.

La verdad es que me he quedado algo sorprendido. Por ejemplo, hay unas pequeñas vitrinas en las paredes y llevan un equipo de reanimación. Por si a alguien le da un infarto, vamos.

En el baño también he tenido una sorpresa. Justo al ir a tirar de la cadena (hay que ver cómo se ha quedado obsoleto el término, ahora todo son botoncitos) el water ha tirado por mí. No sé si pensar que es progreso o es vagancia. Bueno, el caso es que el labavo también funciona igual.

Pues como digo, estoy ahora sentadico aquí en una mesa, mira! ahora están sacando unas bolsas enormes de la bodega del avión. Acabo de ver pasar un... vehículo... un carro. Mecanizado désos. Con seguratas. Espero que no atropellen a nadie.
Ahora acaba de pasar otro carro con gente normal. ¿Será servicio de transporte en carro? Nuse.

Aquí el internet no es gratis. Igualico que en París. Tienes que pagar con tarjeta o nosequé. Bua, pues que les den. Ya subiré esto al blog cuando pueda.

Creo que ya se me acabó el chollo de escuchar español. Antes me crucé con unos chavales españoles, pero por lo demás todo son lenguas raras. Bueno, a veces la gente habla en inglés.

Son las tres. Me quedan todavía dos horas y media de esperar, además todavía no ha salido la puerta de embarque de mi segundo avión. Eh! ahora están sacando maletas. Ah, no, las están metiendo. Mi avión se larga. (Y me dja sooolo y abandonado en una terminal de Copenhague, sniff, sniff)

Creo que voy a ver un episodio de Carnivàle.
Después me apañaré el segundo sandwich y buscaré agua fresca. O un café, en el avión me quedé medio groghi. AL fin y al cabo las tres horas se pasan... volando. jajaja

Ahora ha pasado un carro-tren con cestos grandes de metal. En barajas no son tan apañaos, eh?

Vaya, y ahora me he quedado solo. Da un poco de cosa no ver a nadie. Creo que voy a recoger y buscar una cafetería o algo.

Durante el vuelo sólo he visto nubes. Nubes, nubes, y más nubes. Es curioso llegar a CPH y ver que todo está de color blanco. A mi derecha, a un metro de distancia, por fuera de la ventana, hay un poquito.

Bueno, lo dicho, me voy a recoger, buscaré alguna cafetería o algo.

Ta luego.

jueves, 28 de enero de 2010

Introducción

Este es mi primer blog.

Lo hago para que quede contancia de mis aventuras y desventuras por Finlandia.

A modo de diario.

Creo que hacer un blog es la mejor idea.